Charles Kettering, el gran inventor y fundador de Delco, habló en una ocasión acerca de crear un lugar para pensar. Lo comparó con colgar una jaula para aves en la mente. Todo partió de una apuesta en la que Kettering desafiaba a un amigo. "Yo puedo hacer que tú compres un ave de mascota el próximo año", le dijo, desafiándolo. El amigo aceptó la apuesta.
Poco tiempo después, Kettering le regaló a su amigo una jaula suiza para aves, hecha a mano y, por cierto, carísima. El hombre la llevó a su casa, y como era preciosa, la colgó en su comedor. Pero se encontró con que cada vez que tenía invitados, alguien le preguntaba: ¿cuándo murió tu ave?. Nunca he tenido una, les respondía, y entonces, debía explicarles toda la historia. Después de contarla en reiteradas ocasiones, finalmente se decidió y compró un periquito y le pagó a Kettering los 100 dólares que le debía. Después, Kettering dijo: "Si colocas jaulas en tu mente, con el tiempo conseguirás qué poner en ellas". Con esto se refería a que cada uno de nosotros somos responsables de hacer un espacio para atrapar buenos pensamientos y buenas ideas.
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