Debes partir por el final.
Una vez que seas capaz de diseñar claramente tu futuro, puedes emprender el camino.
¿Por qué muchas personas no consiguen lo que anhelan en la vida? Porque nunca comienzan a caminar en la dirección de sus sueños, porque tampoco tienen claro el lugar al que deben ir.
Jim Rohn dice al respecto: ·”Nunca comience un día hasta que no lo termine en el papel”. De la misma forma podemos decir: “Nunca comience su vida hasta que no la termine en el papel”.
Empezarás a vivir cuando sepas a dónde ir.
Nadie se interna en una carretera sin un mapa de ruta. El que no planifica, planifica para fracasar.
Visión y planificación son los dos cimientos del éxito. Si tienes claro que enero comienza en diciembre, conseguirás mejores resultados que esperar a ver como se arregla todo en el trayecto.
¿No es sorprendente que seamos capaces de planificar nuestro viaje al supermercado y descuidemos la planificación de lo más importante: nuestra propia vida?
En 1953, una importante universidad norteamericana descubrió que sólo el 3% de sus alumnos egresados tenían metas específicas escritas para sus vidas. Doce años más tarde, un estudio de seguimiento demostró que ese 3% de los alumnos habían logrado mucho más en términos de éxito personal que el restante 97%.
El éxito no se da por casualidad. Es algo predeterminado. Mike Murdock dice: “Los éxitos son generalmente eventos programados. Los fracasos no”.
Una vez que seas capaz de diseñar claramente tu futuro, puedes emprender el camino.
¿Por qué muchas personas no consiguen lo que anhelan en la vida? Porque nunca comienzan a caminar en la dirección de sus sueños, porque tampoco tienen claro el lugar al que deben ir.
Jim Rohn dice al respecto: ·”Nunca comience un día hasta que no lo termine en el papel”. De la misma forma podemos decir: “Nunca comience su vida hasta que no la termine en el papel”.
Empezarás a vivir cuando sepas a dónde ir.
Nadie se interna en una carretera sin un mapa de ruta. El que no planifica, planifica para fracasar.
Visión y planificación son los dos cimientos del éxito. Si tienes claro que enero comienza en diciembre, conseguirás mejores resultados que esperar a ver como se arregla todo en el trayecto.
¿No es sorprendente que seamos capaces de planificar nuestro viaje al supermercado y descuidemos la planificación de lo más importante: nuestra propia vida?
En 1953, una importante universidad norteamericana descubrió que sólo el 3% de sus alumnos egresados tenían metas específicas escritas para sus vidas. Doce años más tarde, un estudio de seguimiento demostró que ese 3% de los alumnos habían logrado mucho más en términos de éxito personal que el restante 97%.
El éxito no se da por casualidad. Es algo predeterminado. Mike Murdock dice: “Los éxitos son generalmente eventos programados. Los fracasos no”.
