tú eres tu propio límite

Tú eres la persona que lleva autosaboteándose la mayor parte de tu vida. Tu mayor enemigo eres tú mismo. Nido Qubein lo expresa así: "Si quiere quitar su mayor obstáculo, entienda que ese obstáculo es usted mismo y que ahora es el momento de actuar".
La mayor de las batallas es la que ocurre dentro de uno mismo y la mejor victoria es vencerse a uno mismo.
Wayne Dyer sostiene: "Analiza las etiquetas que te pones a ti mismo. Cada una es un límite que no te dejarás cruzar".
Nosotros somos quienes creamos nuestros propios límites. La mayoría de ellos están en nuestra mente y se expresan en repetidos "no puedo".
Nunca digas "no puedo". Más bien pregunta "¿cómo se hace?".
El camino a la excelencia consiste en quitar las etiquetas que dicen "imposible" y "no puedo". Tú puedes llegar. En griego, la expresión dia phoron, que se traduce como "excelencia", indica "hacer las cosas de principio a fin". Por lo tanto, insisto, tú puedes llegar. De hecho, eres el resultado de 1 entre 40 a 250 millones de espermatozoides que llegó a la meta en la fecundación.
Grant Frazier fue consistente al decir: "La vida está llena de obstáculos ilusorios".
Es hora de quitar tus límites y vivir la vida que siempre has soñado.

creando impulso

Cuando despega un transbordador espacial de la NASA de Cabo Cañaveral, utiliza una gran cantidad del total de combustible para contrarrestar la atracción gravitatoria de la tierra. Una vez conseguido, prácticamente puede deslizarse por el espacio durante el resto del viaje.
De igual forma, en cuanto a nuestros objetivos en la vida, nos es necesario crear impulso para alcanzar los logros deseados. Un atleta en ciernes tiene que dedicarse a los entrenamientos con una disciplina rigurosa durante años antes de ganar una medalla. Sólo entonces empiezan a llegarle ofertas publicitarias, contratos de representación y otras oportunidades semejantes.
Pagar el precio no es opcional para alguien que desee ser experto en cualquier área de desempeño. Esto implica pasar tiempo suficiente poniendo el cimiento necesario para sustentar el éxito posterior. Como dice sabiamente el proverbio: "Los años silenciosos hablan en voz alta".