Hay un
principio de vida que dice que lo más importante es mantener lo importante como
lo más importante.
Sin embargo,
nos cuesta priorizar. Seguramente porque
atribuimos a todas las tareas que tenemos por delante la misma importancia.
“Tenemos mil cosas que hacer”, decimos, y metemos todas esas cosas en un mismo
saco.
Lo mismo nos
da ocuparnos en lo urgente que en lo importante.
Stephen
Covey dijo al respecto: “Tienes que decidir cuál es tu máxima prioridad y tener
el coraje de decir “no” a otras cosas”.
Robin Sharma
añade: “Cada vez que dices que sí a algo que es importante, dices que no a algo
que sí lo es”.
Priorizar es
pensar y distinguir la relevancia de cada tarea.
Priorizar es
decidir qué se hace y qué no se hace.
Priorizar es
la única manera de hacer que nuestro tiempo nos rinda para una vida productiva.
David
Campbell nos recuerda: “Disciplina es recordar lo que uno quiere”.
No permitas
que lo trivial y lo urgente te alejen de la grandeza.