John Wooden ha sido el único hombre hasta ahora elevado al salón de la fama del basquetbol como jugador y entrenador. Después de 40 años como entrenador, se retiró dejando un récord sin precedentes y un legado de inspiración que ha trascendido el deporte.
Lo que me llama la atención de Wooden es su profunda concepción del liderazgo. Por ejemplo, él dice: "Mucha gente se sorprende al saber que en 27 años en U.C.L.A jamás hablé de ganar. En su lugar, les decía a mis jugadores antes de los juegos: "Cuando termine el partido, los quiero con la cabeza en alto. Y hay una sola forma de que puedan tener la cabeza en alto, y a ustedes les corresponde saberla, no a mí; que ustedes hicieron el mejor esfuerzo del que son capaces. Si ustedes hacen eso, entonces el resultado no tiene demasiada importancia, aunque tengo el pálpito que si ustedes hacen eso, el resultado estará cerca de lo que esperaban".
En otras palabras, Wooden aconseja priorizar el entrenamiento por sobre las demás áreas del juego. Esto significa que el camino es mejor que el destino. El camino es tu preparación; el destino es el partido. Ganar es la consecuencia directa de estar preparados.
